Pésaj

La Pascua era la fiesta por excelencia para los judíos. Había comenzado siendo una celebración de pastores nómadas al inicio de la primavera, cuando era tiempo de cambiar el sitio de pastoreo del ganado: de los pastos de invierno (en los valles) a los de verano (en las montañas), entonces sacrificaban un cordero para ser protegidos (ellos y su ganado) durante este recorrido. Algunos dicen que incluso el nombre de Pascuas significa “paso” de un lugar a otro. No vamos a entrar acá en muchos detalles ya que hay mucho escrito durante un lapso de miles de años, pero sí diremos que fue precisamente durante este tiempo cuando el pueblo de Israel fue librado de la esclavitud de Egipto mediante Moisés (las plagas y todo eso, el pintar con la sangre de cordero sus puertas para que no mueran sus primogénitos y sí los de los egipcios, etc., está en la Biblia por si les interesa), y desde entonces se conmemora el “paso” de la esclavitud a la libertad. Esa es la celebración judía actual de Pésaj: la principal celebración de la Pascua judía consiste en una cena, en la que participa toda la familia y en la que se usa vajilla propia y platos que sólo se comen esa noche. Algunas recetas que forman parte de esta gran panzada son:

Sopa de bolas de matzá

Gelfite fish

Jaroset

 

Algunas anécdotas que recolectamos son:

En este festejo familiar se deja la puerta abierta, cualquiera puede pasar.

El padre de familia esconde un pedazo de matzá y el niño que lo encuentra se gana un regalo.

No se comen productos leudados ni con levadura (en conmemoración del pan sin fermentar que habían tenido que comer cuando salieron de Egipto: salieron tan rápido que el pan no tuvo tiempo de leudar).

 

Pascuas cristianas

Las pascuas cristianas están relacionadas con las pascuas judías. Jesús celebró en la última cena el Séder de Pésaj. Y fue crucificado el mismo día en que se sacrificaban los corderos pascuales (¿alguna vez oyeron: cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros?, parece que el sentido viene de ahí).

Los días principales a nivel gastronómico son el jueves santo (por la gran comilona de la última cena), el viernes santo por la particularidad del ayuno o bien la prohibición de comer carnes rojas y el domingo de Pascuas, día de fiesta y comidas (Jesús resucitó).

Recetas sugeridas para pascuas:

 

Rosca de pascuas

Rosca de pascuas – Unidad 21

Recetas sugeridas para el viernes santo:

Besugo al horno

Pulpo a la gallega

Papillote de pescado

 

Algunas anécdotas de Semana Santa que nos contaron son:

 

“Colombia, como tuvimos muy poca migración, es un país mayoritariamente católico (la comunidad judía es muy chica y la comunidad árabe puede ser un poco mayor pero está muy localizada en la costa atlántica, en ciudades como Maicao) y se conservan las costumbres españolas, aunque cada día van cayendo más en desuso. Por ejemplo mis viejos todavía observan el ayuno durante todos los viernes de cuaresma: no comen carnes rojas, sólo pollo o pescado.
De costumbres curiosas, en algunos lugares del interior todavía se ve en las procesiones de semana santa personas flagelándose, andando de rodillas hasta los templos para pagar promesas o cosas parecidas. En Popayán (al sur, casi frontera con Ecuador), por ejemplo, que es una ciudad chica, muy conservadora, y que tiene una muestra importante de arquitectura de la colonia, las procesiones de semana santa son medio arcaicas y fastuosas, con personas en batas moradas de luto cargando a las imágenes en andas.

Procesión de Popayán

Con respecto a las recetas, en algunas regiones se hacen muchos postres para esas fechas, recuerdo que en cada casa se hacía un postre diferente y se lo compartía con los vecinos. De chicos con mi madre hacíamos un dulce de almendras, no recuerdo muy bien la preparación pero recuerdo que nos pasábamos un día entero pelando y rallando las almendras y luego se ponían al fuego con panela (que es un edulcorante preparado con miel de caña de azúcar y tiene una presentación sólida, como un ladrillo de color marrón), también se le ponía un poco de coco rallado. Cuando estaba listo se comía sólo o con queso”. Jaime (¡Gracias!).

Por su parte, Gloria nos contó que en su familia en Itapúa, en el interior de Paraguay, todo empezaba el domingo de ramos cuando iban con adornos hechos con palmeras a misa, para que el padre se los bendijera. Después, cocinaban todo el jueves santo. Ella la pasaba bomba ayudando a su mamá y sus familiares. Se hacía la friolera de 700 chipas por ejemplo y mucha sopa paraguaya, sin olvidarse de la también indispensable mandioca hervida (yuca o mandió). Una tía de Gloria se hacía todo el pesebre con chipas y ella te convidaba eso, una chipita con forma de ovejita, por ejemplo, o un rey mago. Ese jueves cocinaban toda la noche y comían, por supuesto, de todo.
“El viernes era día de duelo: no se prendía fuego, no se cocinaba, no se comía carne y no se hablaba alto”, dice Gloria.
El domingo de Pascuas volvía la celebración. Convidaban algunas de las 700 chipas a los vecinos y los vecinos devolvían la gentileza. Se juntaban a cantar y comer algún asado (el papá de Gloria era carnicero, guitarrero y gran cantante).

Algunas recetas que nos pasó Gloria son:

Sopa paraguaya

Chipa

Desde el litoral argentino, Luisa nos cuenta que en el campo entrerriano, donde creció, se comía pescado el viernes santo y como durante ese día no se tenía que prender fuego, se lo cocinaba el día anterior (tampoco se cortaba el pan, se comía el que quedó cortado del jueves, dice). “El viernes santo era un día de ayuno y duelo. La abuela de mi marido, de la vieja escuela, tomaba todo el día té negro, por ejemplo. No se escuchaba radio y menos música. Tampoco se insultaba, no se castigaba a nadie ni se gritaba. Se decía que no había que hacer sufrir a los animales y no se ordeñaba a las vacas, solo se lo hacía si era necesario para alimentar a los más chicos”, dice. Y el domingo de pascuas su papá asaba un cordero: “venían a comer con nosotros mis tíos y primos. Después íbamos todos al cementerio”.

También nos dice que en Formosa, donde vivió 40 años y la tradición guaraní es muy fuerte porque fue parte de Paraguay como otras partes del norte argentino, el jueves hacían la última cena con un montón de comida: ensaladas, sopa paraguaya, mandioca hervida, chipa, lechón asado y pollos. El viernes se come lo que quedó de la noche anterior, menos la carne. Y el domingo, otra gran panzada (el menú no varía, pero puede haber algún asadito) con festejos y una particularidad: se hace subir arriba de la mesa a los hijos chicos y se les pega por la cola al grito de ¡Pascuas!: se los “pascuea” para que sean buenos.

Esta última particularidad del “pascueo” contada por Luisa es retrucada por Gloria, que dice: “la que te pascueaba era la madrina”.

Algunas recetas que comparte Luisa con nosotros son:

Chupín de pescado

Sopa paraguaya con presto pronta

¡Contanos tus anécdotas, cómo pasás o pasabas Pésaj o Pascuas, y qué hay de rico para comer!