De acá puede salir un buen tema de conversación para la hora del mate, ¡y también puede servir para impresionar al panadero y llevarnos una factura extra!
El pastel de queso es uno de los postres más comunes del mundo y, quizás, uno de los más antiguos que utilizan lácteos, diferentes de la leche. El primer registro que hace mención al pastel de queso viene desde los antiguos Juegos Olímpicos griegos. Marcus Porcius Cato (o Cato “el viejo”) escribió la receta para su preparación en uno de sus tantos libros de cocina Romana, llamados “De Agricultura”. Fuente: Wikipedia.org